jueves, 16 de diciembre de 2010

Phillips Collection



Mapfre presenta obras americanas de Phillips. La exposición rememora cien años de arte en los Estados Unidos. Es la primera exposición internacional itinerante dedicada íntegramente al arte norteamericano reunido en la Phillips Collection, el primer museo de arte moderno que abrió sus puertas al público en Estados Unidos.
Made in usa muestra una selección de 91 obras de 62 artistas, entre los que encontramos a  Homer, Ryder, Whistler, Sloan, Hopper, O’Keeffe, Dove, Tack, Hartley, Davis, Avery, Pollock, Gottlieb, Still, Diebenkorn, Francis, Motherwell o Rothko.

Algunos de los cuadros de la exposición son:

Thomas Eakins La señorita Amelia Van Buren
Thomas Eakins estudió en la Escuela de Bellas Artes de Jean-Léon Gérôme y de Léon Bonnat entre 1866 y 1868. Viajó después a España y luego regresó a los Estados Unidos donde comenzó una brillante carrera como pintor realista. Enamorado de la realidad óptica, se interesó por la fotografía.
Eakins se concentró casi exclusivamente en el retrato. Entre sus retratos más finos se encuentra  la pintura de la señorita Amelia Van Buren.



Eakins centró su atención en el rostro de Van Buren, creando la mirada distante y relajada a la vez , y la tracción de manos,  una imagen de gran complejidad psicológica. Su cabeza cansada se apoya en la mano curvada, mientras que la otra mano descansa en su regazo. Ella mira distraídamente.
    Este retrato  se caracteriza por la más profunda reverencia y respeto, pero sin ni siquiera un rastro del deseo de agradar a la modelo.  

 



   James Navas 
Sin duda el arte de Estados Unidos es uno de esos tesoros poco conocidos fuera de nuestras fronteras. Para darlo a conocer encontramos la exposición Made in USA. Arte Americano de la Phillips Collection, organizada conjuntamente con esta institución de Washington D.C. y la Fundación Mapfre, en su sede del Paseo de Recoletos en Madrid.





                                                                                                                                                                                               

Manuel Cortés y Miriam Barranco 

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Odaliscas de Matisse.

Henri Émile Benoît Matisse (31 de diciembre de 1869 -3 de noviembre de 1954) fue un pintor francés conocido por su uso del color y por su uso original y fluido del dibujo. Como dibujante, grabador,escultor, pero principalmente como pintor, Matisse es reconocido ampliamente como uno de los grandes artistas del siglo XX. Al inicio de su carrera se le identificó con el fauvismo y para los años 20s ya se había destacado por su maestría en el lenguaje expresivo del color y del dibujo, la cual desplegó en una inmensa producción que se extendió por más de medio siglo, y que consagró su reputación como una de las figuras centrales del arte moderno.

Nació en una pequeña localidad al norte de Francia en el seno de una familia dedicada al comercio, específicamente de droguería y semillas. Inició estudios para seguir la tradición familiar, pero durante una convalecencia empezó a pintar y entonces descubrió su vocación. Se trasladó a París, asistió a cursos en la Academia Julián y en 1892 ingresó en la Escuela de Bellas Artes, recibiendo clases en el taller del pintor simbolista


En los años veinte volverá a recuperar la sensación de volumen y de espacio que había abandonado en el periodo anterior, aunque evitando el claroscuro y la perspectiva tradicional, como podemos ver en sus series de odaliscas.

Sus figuras femeninas volverán a la planitud desde los años 30 y hacerse cada vez más sintéticas, recordando los modelos decorativos de los primeros años. El color se diluye cada vez más en aguarrás, haciéndolo "incorpóreo", y la forma se sintetiza en leves curvas y contracurvas.

A continuación veremos una serie de imágenes que representan a la mujer a través de las odaliscas:



Odalisca con pantalón rojo (1921), Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Pompidou




La rodilla levantada (1922), Barnes Foundation



Odalisca con magnolias (1923)



Realizado por: Fco Javier Real Rodríguez 2ºB
















jueves, 9 de diciembre de 2010

Georgia O'keefe nació el 15 de noviembre de 1887, en Winsconsin, y desde muy pequeña se le descubrió su particular habilidad en las artes.
Se graduó de la secundaria en 1905, ya decidida a dedicarse al arte. Entró inmediatamente al Art Institute of Chicago y estuvo un año. Luego, se matriculó en el Art Student League de Nueva York donde aprendió los principios del realismo imitativo. Luegmailgo, en 1908 ganó el League's William Merritt Chase still-life prize (premio de naturaleza muerta) con un óleo.
Sin embargo, poco después renunciaría a pintar ya que estaba segura que en esa tradición no sería capaz de distinguirse realmente. Años después se inscribió en un curso de verano para profesores de arte en University of Virginia, donde su antigua vocación resurgió con más fuerza que nunca.
Su maestro Alon Bernent de Columbia University, la introdujo en un mundo nuevo de ideas revolucionarias que buscaban únicamente la expresión del artista.
O´Keefe encontró aquí una forma de imitar el realismo, y experimentó durante dos años, tratando de encontrar su propia forma de expresión.
El producto de esta búsqueda fue una serie de abstractos al carboncillo, que hoy se consideran piezas de incalculable valor debido a su original fuerza. Un amigo que tuvo en sus manos estas obras, se las mostró a Alfred Stieglitz, empresario artístico y fotógrafo, en 1916.
En mayo de ese año Stieglitz exhibió en la galería vanguardista 291, diez de estas obras al carboncillo. Un año después, se hizo una exposición individual de O´Keefe como clausura a la exposición anterior, donde todavía se exhibían algunos de estos cuadros.
Después, le ofreció la subvención de un año en Nueva York para que ella pintara. La artista aceptó y se trasladó de Texas donde había permanecido en West Texas State Normal College, trabajando. Después se enamoró de su benefactor y en 1924 se casaron.
La pareja se estableció por completo en Nueva York hasta que en 1929 fueron por primera vez a Nuevo México, donde Georgia encontró un lugar mágico de inspiración. A partir de ese momento, regresó muchos veranos a este lugar.
Stieglitz dedicó el resto de su vida a promocionar la obra de Georgia O'Keefe y logró colocar varias exposiciones anuales en The Anderson Galleries, The Intimate Gallery, y en An American Place.

De la producción artística de O'Keefe podemos decir que ya en los años veinte pintaba gigantezcas flores como si fueran vistas en close-up o primer plano, las cuales constituyen su trabajo más reconocido y a las que les debe su posición como una de las artistas más importantes y exitosas de Estados Unidos.
En 1946, su compañero y más ferviente seguidor murió. Tres años después, Georgia se instaló definitivamente en su amado Nuevo México, donde continuó pintando hasta finales de los años setenta, cuando perdió la vista.
Pero, esto no fue un impedimento para esta mujer de temple inquebrantable y empezó a trabajar tridimencionalmente en arcilla, hasta que su salud empezó a fallar gravemente en 1984. Dos años después, murió a la edad de noventa y ocho años.
OBRAS:
Tiene varias etapas en su trayectoria, asin que veremos alguna obra de cada una:

1.Etapa vanguardista historia/ expresionista:
                                                                                                                                                 
Canyon with crows













2.Etapa vanguardista histórica/Abstracción:

Autumn Leaves-Lake George









3.Etapa vanguardista histórica/ Realismo:

 And orchid














4.Etapa transvanguardia/Figuración:
    Drawing III













Guillermo Fernández y Marta Saco

Martha Rosler


Martha Rosler es una artista de sensibilidad política y compromiso social. En especial ha explorado críticamente la problemática del urbanismo, de la mujer, de los medios de comunicación, aunque su reflexión es mucho más amplia. Su voluntad es analizar este otro lado del discurso políticamente correcto, las relaciones de cada día; es decir, realizar una especie de radiografía del poder político, pero también de su expresión en la vida cotidiana.

Sus primeros trabajos en los años sesenta consistían en fotomontajes muy en la línea de John Heartfield. A grandes rasgos, introducía elementos disonantes (militares, los destrozos de la guerra, etcétera) en representaciones de dulces hogares extraídas de los medios de comunicación. Algo así como si las pesadillas afloraran en medio del sueño americano. Con el paso del tiempo Martha Rosler ha enriquecido sus propuestas y su lenguaje. Trabaja con vídeo y fotografía, realiza instalaciones, escribe y naturalmente todo aquello relacionado con los medios de comunicación está presente en su obra. Su ambición es la de una toma de consciencia entre la reflexión, el juego y la información. El resultado es de una gran contundencia y, por cierto, próximo a Hans Haacke, otro artista de compromiso social.

Ahora bien, hay una pregunta que se plantea en la exposición: ¿qué sentido tiene ahora este arte de compromiso? ¿Qué aporta de nuevo esta denuncia sobre el imperialismo o la especulación inmobiliaria, con los que además coexistimos, a lo que ya sabemos? Entre otras piezas, la serie dedicada a los aeropuertos es muy significativa: unas frases descontextualizadas acompañan unas fotografías de estos espacios residuales y anónimos que son los aeropuertos; un espacio de la comunicación que la frialdad de las fotografías y el sinsentido de las frases expresan como la imposibilidad de comunicación. En el ámbito del museo donde se presenta esta instalación, y en contradicción con este marco, se desarrollan unos debates y conferencias paralelos que acompañan el trabajo de Martha Rosler.

En fin, podemos apuntar metafóricamente este arte de compromiso y sensibilidad política como una cacofonía más en esta sociedad de la información que desinforma, temática a la que la artista alude en varias ocasiones y en la cual ella misma está inmersa. Claro que siempre quedará el recurso de distanciarse y tomarse estas frases como una suerte de poesía y estas fotografías de aeropuertos como paisajes abstractos o descontextualizados a lo Duchamp. Pero luego están vacíos de contenido: una cacofonía más en esta cacofonía global. La obra habla a pesar de la artista (o a pesar de su intención).
                                                                 Marisol y Emilio

Las mujeres en la vida de Miguel Hernández

Su madre Concepción Gilabert Giner. Nacida en Orihuela en 1878(el mismo año que su esposo), Alicante, a la que tiene adoracíón - ella decía que Miguel era “cabezonico”, desde niño tiene una relación especial de cariño con sus hermanas Elvira y Encarna, en una carta a Carmen Conde y Antonio Oliver(sep. 1933) las llama: ”gitanas oscuras y queridas”. Observa y detesta el autoritarismo de su padre(D. Miguel) que ejerce su severa y esclavista manera existente en la sociedad de aquella época y en concreto de su clase, tratante de ganado(recordemos, era de estirpe gitana), el mismo, desde bien pequeño, se libró de más de una vez de la correa del padre, al ser defendido por las faldas de su madre “Concheta”.

Ángeles Medina Cayuelas. Nacida en Orihuela, Alicante, vivía, en una casa de la huerta, del Camino Viejo de Callosa(pasada la Olma). El joven Miguel, se sentaba bajo de un árbol cercano a la casa, escribía y miraba con disimulo la puerta por si salía la joven. Un día al verle escribir, llegando por detrás le sorprendió: <¿Qué haces?> y, Miguel nerviosamente arrugó con su puño el poema de amor; contestó: < nada>. Cuando Miguel se marchó, ella fue y cogió, el poema amoroso. ¡Lástima!, su hijo no sabe qué fue de esa hoja.


Carmen Samper “La Calabacica”.-El primer amor semi-oficial del enamoradizo Miguel, fue una compañera de Josefina: ambas costureras del taller de “Las CIBILERAS” que en un principio estuvo en al C/ San Juan, 78, luego pasó a la plaza de Soledad. Miguel iba y le silbaba a Josefina. Según parece que de esa relación del silbido conjuntamente con las combinaciones métricas rimadas, denominadas Silvas,(uve) salió su título preferido, que no llegó a publicar < El silbo vulnerado>, ( con B), son 6. Otra relación: En 1936, imprimieron “Silbo”, cuadernos de poesía “Libertad y Panadería”, (poesía y prosa) Nº 1 y Nº 2 en 1936, el Nº 3, no se imprimió al estallar la guerra civil.

Miguel fue un excelente imitador de todo tipo de silbidos, así como un avezado lanzador de piedras.


Josefina Manresa Marhuenda. Nacida en Quesada, Jaén (1916), falleció en Elche el 18 de febrero de 1987 a los 71 años, lo enamora con su finura, su recato y vergüenza al roce carnal. En plena guerra, estando en Jaén el 9 Marzo 1937 se traslada a Orihuela y contrae matrimonio civil con Josefina, no había oficios religiosos y los casó el alcalde D. Paco Oltra, en el Juzgado Municipal, ella de negro, él con el uniforme de Estado Mayor del 5º Regimiento verde oscuro, testigos sus amigos Carlos y Jesús. En el viaje de novios hacia Jaén, noche nupcial en Alicante(frente al puerto), luego a Alcoy, quizá a llevarle un paquete al novio de su hermana menor Encarnación(Ismael Terrés) y tal vez a saludar a algún oficial del CRIM(Centro de Reclutamiento, Instrucción y Movilización Nº 10).
María Cegarra Salcedo, (La Unión 1903, Murcia 1993); a la que conoció el 2 de Octubre de 1932, cuando se erigió el busto a Gabriel Miró en la Glorieta de Orihuela(lleva desde entonces su nombre). La primera mujer perito químico española, poeta, no se casó, ocho años mayor que Miguel, fue 40 años profesora de Químicas en la Escuela de Peritos Industriales con la que Miguel en un tiempo tuvo esperanzas de entrar en relaciones -como mujer ideal- antes, que Josefina. En una entrevista realizada a la poetisa unionense dijo, para dejar claro que prefería no hablar más del asunto y guardar esos sentimientos para ella:Lo de Miguel Hernández hace muy poco tiempo que se ha recordado públicamente nuestra amistad y prefiero silenciarlo. Soy una mujer sencilla, que no me gusta airear la intimidad que pueda parecer que busca con ella popularidad.

Carmen Conde Abellán(Cartagena 1907, Madrid 1996), co-fundadora junto a su esposo Antonio Oliver Belmás, de la Universidad Popular de Cartagena, (Entre ambos escribieron 25 mil epistolares). Carmen en 1933 tuvo una niña muerta, fue la primera mujer que ocupó sillón en la Real Academia Española(letra K). Fueron verdaderos amigos de Miguel, le ayudaron dándole cabida en su Universidad y círculo de amistades, cuando más lo necesitaba: en sus principios, lo arroparon de amistad leal y le transmitieron una gran esperanza literaria, le contagiaron y ameraron con un poso de calor, color y conocimiento, dándole a conocer ante la prensa murciana(lo cual le permitió la aproximación a círculos literarios y elevó su moral). Al final de su vida padeció Alzheimer, pero aun así no dejó de conceder entrevistas recoger personalmente los premios y continuó con su actividad asombrosamente. Carmen Conde le recordó a Miguel años después, en lo que llamaron, TABLA REDONDA DE LA POESÍA, en la I Asamblea de Poetas y Escritores del Sudeste Español celebrada en Orihuela los días 19 y 20 de marzo de 1955. En su conferencia ELEGÍA: Tres inolvidables adolescentes de Orihuela y uno de La Unión. Hay una nueva edición conmemorativa del centenario de Carmen Conde en Agosto de 2007, que acertadamente realizó La Fundación Cultural Miguel Hernández, con prólogo: El peso de los recuerdos de Aitor L.Larrabide Achútegui.(Director Cultural de la Fundación Cultural Miguel Hernández).
                                                                                 Emilio y Marisol