lunes, 12 de marzo de 2012

Magdalena Correa


Magdalena Correa

El trabajo de la escultora Magdalena Correa (Santiago de Chile, 1968) es inseparable de la experiencia de viaje, entendido éste como implicación en el espacio físico, social y cultural de un determinado lugar, y como testimonio de una realidad humana bien concreta. 
Tal es el caso de Níveo, su último trabajo, que le ha llevado a vivir en condiciones de extrema dureza en Villa las Estrellas, único pueblo de civiles en Bahía Fildes, en plena Antártica. En el stand de la galería de ARCO se mostró una escultura-instalación de la iglesia que desde lo alto preside muy simbólicamente la vida de los habitantes de este lugar.



Blancos puros de los que surgen edificios como si nacieran de las entrañas de la tierra, como si pertenecieran a culturas devoradas por la naturaleza incólume, como si fueran parte integrante del paisaje.
Magdalena Correa muestra un doble retrato de Villa las Estrellas (Chile): unas condiciones climáticas extremas en las que la vida es difícil, pero que dan lugar a una belleza también extrema.
Las fotografías de Correa siempre tienen tres lecturas; artística, de denuncia y de reinterpretación personal de una realidad social o natural. Según la propia artista, siente “la necesidad vital de vivir en investigar territorios geográficos y humanos que se encuentran en un estado de abandono y olvido absoluto. Desvelar mediante su propia interpretación realidades existentes absolutamente ajenas y desconocidas a nuestra cotidianeidad”
Lugar: Galería Pilar Serra, hasta el 30 de junio

Realizado por Blanca García, Sara Capacete y Rodrigo Gómez, 4º E.

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